Soledad de María
La devoción a Soledad ahonda sus raíces en nuestra ciudad en el siglo XVI, sin que podamos concretar fecha, sabemos que es anterior a 1551. Siendo ésta concordante con la hermandad homónima de Ayamonte (1550). No obstante, la devoción a Soledad, tanto en la capital del Reino de Sevilla, como en Sanlúcar de Barrameda, sede de la casa ducal de Medina Sidonia, se remonta al último cuarto del siglo XV.
La primitiva imagen de Ntra. Sra. de la Soledad tal y como describe Calvo (2019) era una talla:
“en madera policromada, de candelero para vestir. Presentaba la cabeza mirando al frente, la cara estaba muy redondeada, las encarnaciones seguramente fueran pálidas y las mejillas y los párpados debían de aparecer sutilmente sonrosados. Seguramente poseía ojos de cristal, las pestañas superiores debían de ser de pelo natural, mientras que las inferiores estarían pintadas. Los ojos aparecían semicerrados y dirigía su mirada hacia abajo. Las cejas se presentaban arqueadas. Cinco lágrimas de cristal recorrían sus mejillas, dos por su lado izquierdo y tres por el derecho. Su nariz era grande y recta, estando el lóbulo muy redondeado. La boca aparecía cerrada. Tenía el mentón marcado y poseía una notoria papada. Las facciones mostraban serenidad y resignación.
Las manos aparecían abiertas con los dedos flexionados. En su mano izquierda solía llevar una corona de espinas metálica, mientras que en la derecha llevaba un pañuelo.”
Si
bien, dado que la virgen en 1921, tal y como se indica en el inventario
parroquial, contaba con otro juego de manos que se guardaban en casa de la camarista,
Dña. Manuela Mora, podríamos aventurarnos a sospechar que tuviera un juego de
manos anterior, quizás entrelazadas, en concordancia con la iconografía de la
Soledad del Camino y del grabado de la Soledad de la Congregación de Señoras
del Santo Sepulcro y Soledad de María.
La actual imagen de Soledad de María Santísima es obra de Antonio León Ortega de 1944, con intervención, en 1968, de Luis Álvarez Duarte. La talla, de 1'67 metros de altura, es descrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como bienes de catalogación general de manera colectiva de la obra escultórica de Antonio León Ortega, de la siguiente manera:
"Imagen de candelero para vestir. Como virgen dolorosa sigue la iconografía de María al pie de la cruz, tras la crucifixión del Señor. Cabeza inclinada ligeramente hacia la derecha, pelo tallado, con los ojos de cristal, mirada baja, pestañas postizas, seis lágrimas de cristal (tres en cada mejilla), boca entreabierta con la lengua y los dientes superiores tallados y manos extendidas con dedos flexionados."
*Historia de las cofradías penitenciales de Huelva y de su imaginería sacra antes de la Guerra Civil española. Calvo-Lázaro, Rocío. 2019. pág. 149.